Madrid-2008Se acostó y se enrolló entre sus sábanas buscando esos olores ajenos que se llevó de otros. Olores que aparecen de repente, momentáneamente, cuando menos se lo espera. Los huele con un cariño eterno. Son de ella, porque nadie se los puede quitar. Ellos existen en ella y tienen su propio altar, sus propias velas y oraciones. Se hacen inmortales y verdaderos, porque ella nunca los olvidará. Y si se marcha de esta grandiosa tierra, ella será su ángel eterno, aunque no le recen plegarias.
Cada uno se mantuvo en su campo, conquistando tierras, bautizándolas con una bandera blanca y compartiendo la fiesta de victoria con la de alado. Y la de alado hizo lo mismo en su propio bando. Nada los detiene. Son sus guerreros, son sus guardianes, son sus amuletos indestructibles y ella silenciosamente será lo mismo para ellos, aunque ellos no lo sepan y la olviden.
Cada uno se mantuvo en su campo, conquistando tierras, bautizándolas con una bandera blanca y compartiendo la fiesta de victoria con la de alado. Y la de alado hizo lo mismo en su propio bando. Nada los detiene. Son sus guerreros, son sus guardianes, son sus amuletos indestructibles y ella silenciosamente será lo mismo para ellos, aunque ellos no lo sepan y la olviden.
