Centro de Lima y Parda (distrito la Victoria)
Y así se quedan, formando batallones en vitrinas invisibles, el aire los atraviesa, pero no el oxígeno.
Si cambias por un instante tu punto de vista y te colocas al ras de los espacios relegados en la vía pública, el objeto, por más pequeño que, sea, adquiere un valor que lo vuelve contemplativo ante una mirada. La mugre y el desperdicio que la calle exhala otorgan nuevas lecturas sobre cómo es nuestra sociedad, redescubriéndola y revelándola.
Tarde o temprano todo sale a la luz
Las cosas no siempre caen donde deberían
Nos descascararemos desde lejos y desde abajo, solo al final se darán cuenta los altos mandos.
Las limitaciones de nuestro entorno son las musas inspiradoras de los peruanos.
Las limitaciones de nuestro entorno son las musas inspiradoras de los peruanos.
¿Comemos?
Las cosas no siempre caen donde deberían
Nos descascararemos desde lejos y desde abajo, solo al final se darán cuenta los altos mandos.
Las limitaciones de nuestro entorno son las musas inspiradoras de los peruanos.
Las esquinas desprenden un olor endémico a meo. Todos los peruanos se han jactado de ver el acto. Los baños públicos son escasos y las chinas (50 céntimos) para entrar a los servicios de cualquier establecimiento, no brotan siempre de los bolsillos.
Un reflejo del presupuesto limeño y lo antagónico que somos frente a nuestra representación mediática.
Un reflejo del presupuesto limeño y lo antagónico que somos frente a nuestra representación mediática.